Escenarios Económicos Ecuador 2025
- maviles51
- 30 abr
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Ecuador enfrenta el 2025 en medio de un entorno volátil y lleno de tensiones cruzadas: transición política, inseguridad persistente, presión fiscal, crisis energética y una economía global marcada por el recrudecimiento de la guerra comercial entre EE.UU. y China. Eso afectaría indirectamente a Ecuador porque:
Reduciría el crecimiento global (especialmente de China).
Presionaría precios de materias primas a la baja.
Encarecería costos de insumos tecnológicos y agrícolas.
Afectaría flujos de comercio mundial, afectando a países exportadores como Ecuador.
En este contexto, el país se encamina hacia uno de tres posibles escenarios económicos: una recuperación moderada, un estancamiento prolongado o una reactivación más acelerada. Cada uno implica impactos distintos sobre variables clave como el crecimiento, el empleo, la inflación, la inversión y el desempeño sectorial.
Además, el frente fiscal —incluyendo el manejo tributario— jugará un rol central. Si bien no define por sí solo el rumbo de la economía, sí condiciona la inversión, el consumo y la sostenibilidad del modelo económico en cualquiera de los escenarios.
Este análisis resume las principales características de cada escenario, identifica a los sectores productivos que podrían salir beneficiados o afectados, y plantea recomendaciones estratégicas para que los empresarios tomen decisiones con anticipación y claridad en medio de la incertidumbre. Sobre ese telón de fondo, tenemos los elementos que ocasionarían los tres escenarios económicos posibles:
Escenario Base (Recuperación moderada)Se activa si: · El gobierno actual mantiene disciplina fiscal, evita desbordes de gasto o nuevos impuestos agresivos.
| Escenario Adverso (Estancamiento o recesión leve)Se activa si:
| Escenario Optimista (Reactivación acelerada)Se activa si:
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En estos escenarios, que pasaría con los principales indicadores macroeconómicos:
Escenario Base (Recuperación Moderada)
| Escenario Adverso (Estancamiento o Recesión Ligera)
| Escenario Optimista (Reactivación Acelerada)
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2. Sectores Ganadores y Perdedores por Escenario
Escenario Base
Sectores Ganadores:
Agroindustria exportadora (banano, cacao, flores).
Minería (proyectos avanzan moderadamente).
Servicios financieros (por mayor liquidez).
Sectores Perdedores:
Petróleo (caída de producción y precios).
Construcción (leve repunte, pero aún deprimida).
Turismo (solo recuperación marginal por inseguridad).
Escenario Adverso
Sectores Ganadores (muy limitados):
Producción agrícola básica (consumo local de alimentos).
Comercio informal (sobrevive ante caída formal).
Sectores Perdedores:
Exportaciones totales (agro, camarón, petróleo golpeados).
Minería (conflictos sociales, freno de inversiones).
Turismo (colapso de visitas internacionales).
Construcción (inversión pública y privada casi congelada).
Comercio y servicios formales (ventas desplomadas).
Tecnología local (contracción de inversión en digitalización interna).
Escenario Optimista
Sectores Ganadores:
Agroindustria exportadora (crecimiento en nuevos mercados).
Minería (expansión de proyectos, fuerte inversión).
Turismo (gran repunte de llegadas internacionales).
Comercio y servicios (consumo interno robusto).
Tecnología (crecimiento de startups y digitalización acelerada).
Construcción (proyectos de infraestructura y vivienda repuntan).
Sectores Perdedores:
Prácticamente ninguno de manera estructural; solo segmentos muy tradicionales o que no se adapten a nueva demanda.
3. Qué pasaría en estos escenarios con los impuestos?
Escenario Base – Tributación Estable pero Tensa
Se mantiene la estructura tributaria actual, con el IVA al 15% como medida temporal y las contribuciones extraordinarias aún vigentes.
El gobierno evita crear nuevos impuestos, pero no los elimina todavía por necesidad de mantener el déficit bajo control.
Se prioriza la recaudación eficiente (más fiscalización electrónica y control de cumplimiento).
El SRI sigue activo en cruces de información y auditorías, especialmente en empresas medianas y grandes.
Algunas devoluciones de impuestos (IVA, renta) podrían normalizarse, pero con plazos largos.
El ambiente es tenso: las empresas pagan más, pero con poca claridad sobre cuánto tiempo más durará este esquema.
Para empresarios: Prever carga tributaria alta al menos hasta mediados de 2025. Optimizar la estructura fiscal sin evadir. Revisar oportunidades de devolución y beneficios por reinversión o zonas especiales.
Escenario Adverso – Más Presión, Nuevos Impuestos
El déficit fiscal se desborda y el gobierno recurre a nuevas medidas tributarias urgentes:
Nuevos tributos “temporales” o sectoriales.
Eliminación de exenciones o beneficios fiscales.
Posible aumento de retenciones.
La administración tributaria endurece su accionar: más auditorías, más glosas, más litigios.
Devoluciones se congelan o se retrasan seriamente.
Empresas grandes y contribuyentes especiales enfrentan una presión fiscal muy elevada.
Para empresarios: Refuerzo inmediato de la estrategia tributaria defensiva: documentar bien costos, justificar operaciones reales, anticipar posibles glosas. Hacer provisiones por impuestos contingentes. Buscar ampararse en convenios, beneficios regionales o fideicomisos si es viable.
Escenario Optimista – Alivio Fiscal Gradual y Clima Pro-inversión
La recuperación económica mejora la recaudación y no hay necesidad de subir impuestos.
El gobierno puede incluso eliminar gradualmente contribuciones extraordinarias o reducir el IVA a su nivel original (12%) hacia finales de 2025 o 2026.
Se incentiva la formalización y la inversión privada con alivios puntuales:
Deducciones por reinversión.
Beneficios para nuevas empresas o startups.
Régimen RIMPE más atractivo.
Se impulsa una reforma tributaria estructural de mediano plazo, orientada a simplificar el sistema y hacerlo más competitivo.
El SRI mantiene control, pero el enfoque cambia: más facilitación, menos persecución.
Para empresarios:
Momento ideal para invertir y expandir operaciones formalmente, acogerse a incentivos y planificar optimización fiscal de mediano plazo. Considerar estrategias de crecimiento apalancadas en certidumbre tributaria.
4. Recomendaciones Estratégicas para Empresarios
a) Prepararse para la Volatilidad
Tener planes de contingencia para cada escenario.
Flexibilizar costos operativos y contratos.
b) Mejorar Eficiencia y Competitividad
Automatizar procesos.
Ahorrar energía y asegurar suministro eléctrico alternativo.
Apostar a calidad de producto para diferenciarse de importaciones baratas.
c) Diversificar Mercados y Productos
Buscar nuevos mercados ante posibles caídas en China o EE.UU.
Innovar con nuevos productos ajustados a tendencias globales.
d) Fortalecer Gestión Financiera
Mantener alta liquidez.
Evitar sobreendeudamiento.
Negociar condiciones de crédito favorables en 2025.
e) Apostar a Sectores Resilientes
Exportaciones agroindustriales.
Minería responsable.
Servicios digitales.
Turismo (en recuperación de imagen).
f) Cuidar el Capital Humano
Capacitar personal en habilidades clave (digitalización, eficiencia operativa).
Retener talento estratégico.
g) Apostar por Alianzas Estratégicas
Integrarse en clusters exportadores.
Participar en cámaras y gremios para influir en políticas públicas.
Buscar joint ventures para ampliar mercados.
h) Invertir en Resiliencia Operativa
Seguridad física reforzada.
Continuidad de negocio frente a posibles apagones o bloqueos logísticos.
i) Pensar a Largo Plazo
Incorporar responsabilidad social empresarial real (sostenibilidad, impacto positivo).
Apostar a innovación continua.
Conclusión:
El 2025 presenta desafíos evidentes pero también oportunidades concretas para quienes se preparen con visión. Las proyecciones muestran que el comportamiento de variables como el crecimiento, las exportaciones y el empleo dependerán en gran medida de la estabilidad política interna, la evolución del conflicto comercial entre potencias, y la capacidad del país para atraer inversión sin sofocar la actividad económica.
En todos los escenarios, la política fiscal será un factor transversal: en uno moderado se mantendrán los tributos altos pero sin nuevas cargas; en el adverso podría haber más presión tributaria y menor espacio para reactivación; mientras que en un escenario optimista habría margen para alivios y reformas proinversión.
Para los empresarios, esto implica la necesidad de monitorear de cerca el entorno económico y político, fortalecer la eficiencia operativa, diversificar mercados, y ajustar su estrategia financiera —incluyendo la tributaria— con agilidad y sentido práctico.
En síntesis: anticiparse, adaptarse y actuar con claridad serán las claves para sostenerse —y crecer— en un 2025 que aún está por escribirse.
¿Cuál crees que será el escenario más probable para Ecuador este año?
👇 Te leo en los comentarios.




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